Hoy en día las universidades y establecimientos educativos se han sumergido en la necesidad de crear contenidos que se expliquen por sí mismos en plataformas para la gestión del aprendizaje.
¿Pensamos en algún momento que esto iba a pasar?, ¿qué es un curso autodirigido o auto-instructivo?
Si empezamos refiriéndonos al concepto de autonomía personal en el aprendizaje podemos decir que este concepto hace referencia a la capacidad de aprender a aprender. En una concepción psicopedagógica en la que el desarrollo de la persona va directamente vinculado a los aprendizajes que realiza, la capacidad de poder regular los procesos cognitivos que permiten saber si un individuo ha aprendido o no y qué debe hacer para seguir aprendiendo, así como los procesos emocionales y relacionales que aseguran atribuir sentido al aprendizaje, es la competencia más vinculada a la autonomía personal (Monereo y Pozo, 2002: 286).
Hablamos de autonomía personal refiriéndonos a la independencia que tendrá el rol del estudiante en un proceso de auto-aprendizaje. Podríamos decir que este tipo de aprendizaje está regido por una serie de principios:
Interés manifiesto en razones que motiven la actuación deliberada.
El reconocimiento de experiencias de aprendizaje previas.
El establecimiento de nuevas relaciones entre aprendizaje – trabajo – vida cotidiana.
Desarrollo del potencial personal de la autorregulación.
El aprendizaje autodirigido se define como lo que surge de la relación entre el estudiante, el contenido y su entorno, tomando en consideración sus experiencias y conocimientos previos. El aprendizaje autodirigido sólo surgirá teniendo un rol activo del estudiante, teniendo la responsabilidad de consumir el contenido de acuerdo a sus tiempos, capacidades, habilidades y conocimientos.
Teniendo en cuenta que concebimos el aprendizaje autodirigido como una relación bidireccional entre el alumno y el contenido, siendo el alumno el único responsable de su proceso de aprendizaje, existen ciertas variables externas que debemos considerar:
Entorno: entendiéndolo como el contexto donde se desenvuelve el estudiante, la LMS donde se plasmará el contenido y el entorno tecnológico que será parte de cada experiencia de aprendizaje. Si pensamos en los elementos que nos harán definir ese entorno, tendremos:
¿El estudiante cuenta con buen internet?
¿El estudiante posee un entorno que propicia el aprendizaje?: buena iluminación, espacio adecuado para aprender, buenos recursos tecnológicos, etc.
¿El entorno donde se desenvuelve el estudiante potencia el aprendizaje?: por ejemplo, si estudiará sobre liderazgo es importante saber si en su entorno cercano el estudiante asume roles que potenciarán sus habilidades directivas.
Conocimientos previos: para experiencias de aprendizaje orientadas al aprendizaje autodirigido es realmente importante reconocer los conocimientos previos que posee el estudiante con el contenido que abordaremos, cada contenido debe conectar con conocimientos previos que permitan enriquecer la interpretación y la atribución de significado que hace el estudiante en su relación con el contenido. Es importante tener en cuenta:
¿El estudiante tiene experiencias laborales asociadas al contenido?
¿El estudiante posee una carrera de pregrado, diplomados, postgrados o formación asociada al contenido que presentaremos?
¿El estudiante ha leído, consultado o buscado por sus propios medios información asociada al contenido?
Experiencias previas: entendiéndose como acciones previas que el estudiante haya tenido asociadas al aprendizaje virtual , es decir, quizás el estudiante posee conocimientos sobre la temática que abordaremos pero, ¿ha participado en experiencias de aprendizaje virtual antes?, podríamos definir las siguientes preguntas orientadoras:
¿El estudiante ha participado en experiencias de aprendizaje virtual previas a esta?
¿El estudiante ha participado en experiencias de aprendizaje virtual autodirigido?
¿El estudiante tiene experiencia manejando la plataforma ?
¿Es necesario incorporar un video tutorial sobre cómo consumir contenido en la plataforma?
Motivación: este último elemento, será una variable externa muy importante para la consecución de los objetivos de aprendizaje de cada curso, el estudiante debe estar motivado para consumir el contenido y sobretodo, para ser responsable de su aprendizaje, esto último colocará al estudiante como eje principal del proceso, asumiendolo con un rol completamente activo:
¿El estudiante tiene interés por aprender o sólo desea “vivir la experiencia”?
¿El estudiante tiene la disposición de consumir el contenido?
¿El estudiante se hace el espacio y el tiempo para consumir el contenido?
¿El estudiante tiene la disposición de buscar en la web o consultar externamente aquello que no ha quedado completamente claro?
La autogestión implica que el estudiante tome el control de su aprendizaje, para modelar, extrapolar u originar las condiciones que permitan el logro de determinados objetivos en dicho proceso. El automonitoreo hace alusión a la habilidad del estudiante para evaluar frecuentemente sus propios procesos cognitivos y metacognitivos, mientras que la motivación hace referencia al impulso, inicio y mantenimiento del esfuerzo orientado a aprender.
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